El verano siempre me ha parecido una época del año perjudicial para la calidad del ocio. En la televisión sustituyen los mejores programas por "magazines" horteras con chicas en bikini, en la radio desaparecen los programas bandera de las distintas emisoras, la gente se lanza a leer Best Sellers del tipo "El Código Templario de la Sábana Santa contra la Orden Sionista del Temple Secreto" y, lo que es peor, aparecen las canciones del verano.
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Y cuando hablamos de canción del verano, tenemos que hablar de él. El que sale de un congelador criogénico para darnos la paliza durante tres meses. Cuando parecía que había desaparecido de la escena musical estival, viene y se caga en tó. Se caga en el chiringuito, el bungalow y en la paellera, vamos, en todo lo que le ha hecho millonario. Será desagradecido el cabrón.
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Además, en esta época del año, en la que emiten aburridas vueltas ciclistas a la hora de la siesta, también aparecen nuevos personajes que se apuntan a la gallina de los huevos de oro de la canción del verano ¡Y le hacen un corrá!.
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De todas las canciones cutres que han salido en los veranos que he vivido, la única que recuerdo con cierto cariño, pertenece a una campaña de publicidad de la ONCE: "La Medusa del Amor" Eso si que es arte en estado puro:
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Y nunca hay que perder de vista lo que se nos puede venir desde la Gomera
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Ya estoy esperando la vuelta del Otoño...
1 comentario:
ÉL seguro que es un esbirro de "LA RATA"
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