Tal y como comenté aquí, es sorprendente como a los nacionalistas canarios se les llena la boca con el campo canario mientras, en sus oficinas, establecen políticas que perjudican directamente a los agricultores y ganaderos de las islas frente a los productos importados (que subvencionan al amparo del REA)
También me produce perplejidad (ver aquí) como claman por una Ley de Residencia mientras, a través de la COTMAC, aprueban Planes Urbanísticos y de infraestructuras propios de megalómanos.
Ahora, cuando uno lee el nuevo Plan Estratégico Nacional de Desarrollo Rural 2007 -2013 (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino) y observa que Canarias es la segunda comunidad autónoma con menor porcentaje de territorio rural (66,4%), sólo por delante de Madrid (57,1%), pues no me extraña. Además, buena parte de este territorio camina hacia la conversión en zonas rurales periurbanas que son aquéllas que tienen una alta densidad de población, situadas en el entorno de áreas urbanas y que se enfrenta al peligro de sub-urbanización, a la creciente intrusión residencial y la aparición de problemas propios de las periferias urbanas (ruido, contaminación creciente etc)
Además, buena parte de las zonas más agrícolas presentan importantes problemas de contaminación por nitratos de origen difuso sin que se tenga noticia que se haya enviado un funcionario a campo para comprobar que los Programas de Actuaciones se ejecuten. De hecho, como el P.A. de 2000 no se cumplió en absoluto, han publicado otro nuevo en 2009 (ver enlace). Un áfrico a que tampoco se cumple.
Esto no son más que una pequeña muestra de los resultados de 15 años de políticas nacionalistas en el campo canario.