Historia Antigua de Tenerife (I)

Siguiendo los pasos de la Historia Fenomenil de Canarias de Mapoto, hoy inauguro esta "Historia Antigua de Tenerife". En primer lugar, debo avisar que esto no es un artículo científico y no pretende otra cosa que provocarles la curiosidad sobre los hechos acaecidos en esta isla en épocas remotas. En segundo lugar, avisar que, debido a mi falta de constancia, este puede ser el primer y último capítulo de la serie (ya veremos)

(I)

Todos los historiadores convienen en que, la isla, estuvo dominada por un sólo monarca durante mucho tiempo. El último de esos reyes fue Tinerfe el Grande cuya corte se encontraba en Adeje. El Gran Rey, cuando se encontraba en la debilidad de la senectud, tuvo que pasar por el triste trance de ver cómo sus hijos se fueron rebelando, uno a uno, contra él. De cada uno de estos alzamientos se iba desmembrando un nuevo reino de tal manera que la isla se dividió en 10 estados. Sólo el Reino de Adeje fue heredado pacíficamente por el único hijo, Atbitocazpe, que no se levantó contra su padre.

Estatua del Gran Tinerfe en Adeje (Wikipedia)

El resto de territorios se independizaron a la fuerza debido a la ignominia de los otros ocho hijos legítimos y del bastardo Aguahuco quien se nombró achimencey del pequeño territorio de la Punta del Hidalgo. De hecho, esta toponimia proviene de la palabra achimencey que significa hidalgo pobre. El reparto, además de los ya nombrados Adeje y Punta del Hidalgo, fue el siguiente (los nombres pueden variar según los historiadores ya que, probablemente, se recogieron de una confusa tradición oral. De hecho, Agustín Díaz Núñez se cura en salud y no "bautiza" a ninguno de los herederos del Gran Rey):

Bentinerfe: Taoro
Acaymo: Güimar
Atguaxona: Abona
Laconaymo: Daute
Chincanairo: Daute
Rumen: Tacoronte
Tegueste: Tegueste
Serdeto: Anaga

Plano de los Menceyatos de Tenerife en el momento de la llegada de los españoles.
Nótese que la Punta del Hidago no figura como territorio independiente (wikipedia)

Cuando llegaron los españoles, ésta era más o menos la división política de la isla. No obstante, todos los menceyes y el achimencey de la Punta eran los descendientes de los desagradecidos hijos del Gran Tinerfe. Además, aunque constituían unidades políticas diferentes, existía una Junta de Soberanos que se reunía para procurar una pacífica convivencia entre los menceyatos. Esto sucedió así en la primera generación de menceyes pero, en el momento en que llegaron los españoles, Bencomo, mencey de Taoro y nieto de Bentinerfe, había sembrado la desconfianza del resto de menceyes (todos ellos nietos del Gran Tinerfe) ya que, saltándose lo establecido en la Junta, ejercía hechos de soberanía fuera de sus territorios y había forzado la guerra contra varios menceyatos (Güimar, Tegueste o Anaga). Por ello, el resto de reyes estaban convencidos de que Bencomo abrigaba el proyecto de unificar la isla bajo su mando aunque, para ello, tuviera que someter por las armas a sus familiares.

De todas estas luchas, la más larga, dura y enconada fue la de Bencomo (Taoro) contra Añaterve (Güimar) lo que, a la larga, le saldría caro al primero. Pero de eso hablaré en la segunda entrada de esta serie (si es que la llego a realizar)


Algunas fuentes consultadas:

"Memoria cronológica del establecimiento, propagación y permanencia de la religión católica apostólica romana en las Islas Canarias" Agustin Diaz Núñez
"Crónica de las Islas Canarias": Waldo Jiménez de la Romera
"Noticias de la historia general de las Islas Canarias": José Viera y Clavijo.
"Carácter de la conquista y colonización de las Islas Canarias" Discurso de la Real Academia de Historia: Rafael Torres Campos.