Es evidente que en España tenemos un problema con nuestros políticos y, de hecho, así lo ven los españoles según una reciente encuesta del CIS. Pero lo de Rajoy es que no tiene nombre. Desde hace algún tiempo viene denunciando, o insinuando según el momento, que el sistema de escuchas "sitel" es ilegal e inconstitucional. Montó un escándalo lanzando a los peones del partido (Ana Mato, Cospedal, González Pons) y a su horda de medios de derechas para hacernos creer que vivimos en un estado en el que se practican escuchas ilegales a "cascoporro" gracias a un perverso sistema creado por Rubalcaba (el peor malo desde el doctor Maligno).
Cuando se destapó (creo que fue El País) que el sitstema fue contratado por el gobierno de Aznar y que, en ese momento, él mismo Rajoy era Ministro del Interior, viene y nos cuenta, a través de su fiel escudero Pons que "... el Gobierno del PP impulsó Sitel en 2003, pero que no lo utilizó por las dudas sobre su constitucionalidad del Poder Judicial y los ministerios de Defensa y Justicia. Y subrayó que ahora se usa "sin control" y se oculta"
En el caso de que eso fuese verdad, Rajoy montó un expediente de contratación por importe de 10.000.000 € sin las correspondientes garantías, especialmente sin un informe jurídico que avalara el desembolso de semejante cantidad. Si esto fuera así, sólo caben dos posibilidades: que Rajoy desconociera tremendo detalle del "mundo de la contratación", lo que nos lleva a pensar que es un inútil. O bien que sí lo supiera, lo que nos llevaría a pensar que es un prevaricador.
También puede ser verdad lo que declara Rubalcaba, osea que el sistema ya funcionaba cuando llegaron los socialistas. Entonces, Rajoy sería un mentiroso.
También puede ser verdad lo que declara Rubalcaba, osea que el sistema ya funcionaba cuando llegaron los socialistas. Entonces, Rajoy sería un mentiroso.
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