Ayer murió Adán Martín Menis, un mal presidente del gobierno de Canarias (2003-2007) que tuvo la suerte de ser sucedido por Paulino Rivero. Como es habitual en estos casos, la prensa local se ha deshecho en elogios a la figura del ex-presidente sin que se pueda vislumbrar un atisbo de crítica.
Eso sí, esta muerte ha servido para lucir guanchancha en el edificio de presidencia (cuando hasta ahora se negaban a realizar su custodia) y para unir a todas las familias de la derecha canaria (CC-PP) haciendo peonadas en la capilla ardiente para elevarlo a los altares del nacionalismo canario.
Descanse en paz.
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