El Papa Benedicto XVI ha enviado 107.000 euros a Japón para ayudar a la población afectada por el terremoto, el tsunami y la alerta nuclear. Su generosidad es tan magnánima como la institución que lidera. Pero bueno, nos queda el consuelo de que cuando colapsen nuestras viejas instalaciones nucleares, podremos contar con unos eurillos divinos además de con los ¿rídiculos ? 1.200 millones de euros que tienen de prima de riesgo las centrales para operar en España (con esa cifra y con la ocultación de los que nos cuesta la gestión de los residuos a lo largo de toda la vida de los mismos) no me extraña que digan que es una energía barata.
2 comentarios:
Y las monjitas que tenían ahorrados 1,5 millones de euros ¿Cuanto han donado?
Creo que ahora las espinacas japonesas son más energéticas que las de Popeye
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