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1. Ahorro en Casa
El consumo de los hogares españoles, según el IDAE, supone más de un 17 % del consumo de energía del país y su tendencia actual es al alza. Sobre el ahorro energético en casa se podría escribir varias tesis doctorales. Pero como no dispongo ni del espacio, ni del tiempo, ni de las ganas, vamos a resumir.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que cuanto mejor aislada esté la casa, menor será el gasto en calefacción y/o aire acondicionado. Sin embargo, la mayor parte de las veces sobre este parámetro tenemos poco que decir los consumidores (aunque con el nuevo CTE los constructores tendrán que mostrar al consumidor la categoría energética de las nuevas viviendas, hasta ahora no había manera de saberlo) No obstante, sí podemos actuar sobre las ventanas, siendo muy recomendable ir a los famosos doble acristalamientos que, además de ahorrar energía (reduce entre un 10 y un 15 % las necesidades de calefacción/aire acondicionado de la vivienda) nos van a permitir unas mejores condiciones acústicas de la casa.
Según el IDAE, el agua caliente sanitaria, en España, es el segundo cosumidor de energía de los hogares con un 26% del total (después de la calefacción que supone un 40% aproximadamente) Parece obvio que, en un país como el nuestro, parece absurdo no emplear la energía solar térmica para este fin ya que somos uno de los países europeos que más radicación recibe por metro cuadrado de superficie. Los equipos necesarios para ello, son sencillos y fáciles de instalar y su coste se sitúa entre los 800 y los 1.000 €/m2. Para una familia media, con 2 m2 y un depósito de 200-300 l es más que suficiente para cubrir la mayor parte de sus necesidades (50% en el norte del país y hasta el 95 % en el sur). En mi caso instalé una placa de 2 m2 y un depósito isotermo de 200 l por 1.600 €) Según el Ministerio de industria, el ahorro energético y económico para el consumidor es tal que se amortiza en 5 o 6 años (si sustituye a sistemas eléctricos) y entre 10 y 12 años si sustituímos a sistemas de gas. La vida útil de la instalación es de entre 20 y 25 años dependiendo del mantenimiento y el tipo de agua de la zona.
El empleo de electrodomésticos supone un importante porcentaje del consumo eléctrico de un hogar medio español. Así, los grandes electrodomésticos y de acuerdo con la normativa europea, poseen un sistema de etiquetado energético que permite al consumidor identificar de una forma fácil y rápida la eficiencia energética del mismo en función de una serie de categorías. Éstas van de la A (mejor eficiencia) a la G (menos eficiente) excepto en los frigoríficos dónde se incorpora la A+ y A++
El ahorro energético y económico por electrodoméstico de clase A puede ser muy alto, amortizándose en menos de 10 años, tal y como se observa en el cuadro del IDAE para las lavadoras.
Así, en mi nueva casa hemos comprado la lavadora, la nevera, el horno, la placa y el lavaplatos de clase A que, además, en el caso de Canarias tiene una pequeña subvención.
En el caso de la iluminación (9% del consumo enérgetico del hogar), el empleo de bombillas de bajo consumo consigue un ahorro de entre un 20 y un 25 % frente a las convencionales (las incandescentes) Por ello, aunque su coste inicial es mayor, finalmente nos permite ahorrar energía, emisiones de CO2 y, por supuesto, dinero. En el cuadro del IDAE, se puede ver la cuantificación de dicho ahorro.
Por supuesto, otro factor a tener en cuenta es el de minimizar los gastos superfluos como por ejemplo los "stand by" de ciertos aparatos o dejarse las luces encendidas (mea culpa)
2. Ahorro en nuestro transporte (movilidad)
El transporte supone cerca del 40% del consumo del país, siendo el transporte en coche el principal componente del mismo (con un 40%). Así por cada kilómetro recorrido en coche se emite a la atmósfera más de 150 gr de CO2 y se consume una media de 7,4 litros de gasolina por cada 100 Km. Al final el coste medio en €, según el INE, es de unos 4.000 €/coche y año.
Evidentemente, el uso del transporte público es mucho más económico, más eficiente energéticamente y contamina menos pero no siempre puede ser empleado. Así, en el caso de Canarias, su "peculiar ordenación urbánisca" y sus deficientes servicios públicos de transporte hacen imposible que buena parte de la población haga uso de ésta más que recomendable opción.
Si ese es tu caso, es importante que compartas el coche (por ejemplo, yo voy con mi pareja desde casa hasta Santa Cruz a pesar de que para ello tengamos que hacer algún ajuste de horarios) De esa manera, ahorraras dinero y dividirás por el número de usuarios las emisiones de CO2 (no exactamente pero casi), ruidos y otros agentes contaminantes.
Además, si estás buscando vivienda procura, en la medida de tus posibilidades, elegir el emplazamiento más cercano a tu lugar de trabajo.
... Si has llegado hasta aquí, felicidades por tu paciencia y perdón por el rollo y, probablemente, por la redacción tan coñazo.
3 comentarios:
Muy buen post y muy buen mensaje.
Y Sin embargo, no puedo remediar pensar en si llegaré a ahorrar en toda mi vida lo que ahorraría El Corte Inglés apagando dos minutos cualquiera de sus edificios. ¿Es necesario que los centros comerciales abran hasta las diez de la noche? ¿Te has puesto ha pensar la cantidad de energía que se ahorraría si las grandes multinacionales apagaran todas sus infraestucturas una hora antes de su cierre habitual? ¿Tenemos que ser nosotros, los de a pie, los mismos de siempre, los que pagamos por todo, los que salvemos este planeta? ¿Estamos tontos?
Se me quitan las ganas...
¡Qué didáctico te veo!
Hablando en serio creo que este tipo de entradas son las que le dan interés general a un blog (no vamos a estar los de siempre diciéndonos cosas). Ojalá sea "inspiración" de muchos ciudadanos ahorradores.
Es posible que la capacidad de ahorro energético del ciudadano medio sea limitada, pero la filosofía no es que haya gente que contamina más, luego no intento ahorrar. Estoy totalmente en contra del derroche; creo que hay que ahorrar energía incluso en el supuesto de que sobre... es una forma de ver la vida.
Migue, la cuestión no es lo que pueda hacer el Corte Inglés, sino cada uno de nosotros. Además, el reducir las emisiones de CO2 también estamos ahorrando dinero sin disminuir nuestro nivel de vida.
Rafa, la capacidad del individuo es limitada pero no de la colectividad (el consumo en las viviendas y en el transporte privado supone más del 30% del total del pais)
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