10 septiembre 2007

Ella no estaba

Con ansias termino de acicalarme: ducha, afeitado, loción, perfume y piernas trémulas; tengo una cita. Una cita a ciegas. Ella viene con otro y yo voy con mi mujer. Todos lo sabemos, pero lo nuestro sólo puede ser de esta manera. A pesar de las prisas, consigo llegar a una hora prudente y podré encontrarla, saborear los placeres que me ofrecen su boca y su cuerpo en noches como ésta.

Hay mucha gente, humo emoción e incertidumbre. Comienza la fiesta. Miro alrededor y no la veo. Hay dos mujeres que se encuentran en el altar de la ceremonia, visten como ella, cantan y bailan imitando su estilo; ella no está.

Y es que sabes mejor que yo que, hasta los huesos, sólo calan los besos que no has dado, los labios del pecado. Porque un concierto sin ti es una embajada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz, ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada.

No debería contarlo. Y sin embargo, confieso que toda la noche la pasé perdido en el pañuelo de amargura que empaña, sin mancharla, el recuerdo de tu hermosura. Triste por el dulce desconsuelo que provoca tu ausencia en mis oídos.
.
Por lo demás, el concierto estuvo muy bien.

[Nota : Para la realización de esta entrada se ha utilizado versos de Joaquín Sabina]

2 comentarios:

exseminarista ye-ye dijo...

Creo que leí en algún sitio que no iba en la gira porque acababa de dar a luz o estaba a punto. Y sí tiene usted razón, debía haber estado.

vespinoza dijo...

Como siempre la culpa de las ELECTRICAS

Vota

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...