Me toca un poco los cojones esa actitud de "lucha por las libertades" que están mostrando buena parte de los fumadores de este país, así como la mayor parte de los empresarios hosteleros, frente a la llamada ley antitabaco. En primer lugar, hay que dejar claro que fumar no es un derecho. No lo recoge ni la constitución, ni ninguna ley orgánica, leyes, decretos, reglamentos u orden ministerial alguna. Y aunque su salud me importa poco o nada, su falta de civismo y sus malos hábitos causan un serio daño a la salud y la calidad de vida de los no fumadores. Y, aunque no se lo crean, esos sí son derechos reconocidos.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer, el 30% de los cánceres, el 20% de las enfermedades cardiovasculares y el 80% de las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) están producidas por el tabaco y el riesgo de padecer cáncer broncopulmonar se incrementa en un 35% en los fumadores pasivos. Y todo ello sin comentar el hedor que su hábito dejaba en los locales. Pues bien, a pesar de que, en la actualidad, esto es sabido no he visto a ningún fumador que se cortara en fumar en bares, restaurantes y cualesquiera lugares en los que la ley no lo prohibiera expresamente (por no comentar los que fuman delante de los niños, que no son pocos).
Tampoco he visto a muchos empresarios de hostelería y restauración que se preocupara por la salud de sus clientes no fumadores y, por supuesto, tampoco de sus empleados.
Ante todo ello debo proclamar que ésta es la mejor ley que se ha promulgado en las últimas décadas y a los hosteleros debo decirles que:
1. Los no fumadores somos el doble de personas que los fumadores.
2. Los no fumadores nos gusta ir a comer a los restaurantes, tomarnos el café en los bares y las copas en los pubs.
3. En muchos países europeos se prohibe fumar en bares y restaurantes (Irlanda o Italia por ejemplo) y no ha habido ningún crack del sector, así que menos quejarse y más trabajar.
Nota: Por supuesto existen excepciones pero pocas (recuerden cualquier restaurante de su ciudad dónde no estuviera prohibido fumar)
9 comentarios:
¡Ole, ole y ole!
Parece mentira que los no fumadores seamos mayoría, ¿verdad? Este colectivo se caracteriza por avasallar y por hacernos fumar a todos nos guste o no. Varias personas muy queridas para mí son fumadoras (no hay animadversión personal), pero tengo que decir que pocas, poquísimas veces en mi vida alguien me ha pedido permiso para encender un cigarro, por ejemplo, mientras me tomo el postre. Las pocas veces que lo han hecho, me he visto forzado a decir que no me importaba, claro, que si no quedas como un idiota.
En dos ocasiones he llamado la atención a alguien por fumar (ambas en un intercambiador de transportes subterráneo), las dos veces me ignoraron y encima me gané un par de insultos.
Lo de salir los fines de semana era la leche, vuelves a casa y te dan ganas de quemar la ropa. Este era uno de los poquísimos aspectos que echaba de menos de la vida de EEUU, donde nadie parecía tener problemas para entenderlo.
Salió la ley antitabaco anterior y los hosteleros, en su mayoría, se la pasaron por el forro y tuvimos que aguantarnos.
De repente, este colectivo al que, (haciendo una grosera generalización), siempre ha pasado olímpicamente de las molestias y daños en la salud que causaban, dejan de tener la sartén por el mango y entonces vienen los victimismos, los golpes de pecho y el rechinar de dientes, la caza de brujas, los libertarios etc.
Pues sinceramente, que les den.
Solo les falta gritar "Nos quitarán los cigarrillos, pero no nos quitarán ¡¡¡LA LIBERTAAAAAAAAAD!!!"
Y lo de los empresarios es de broma. "¿Y ahora, todo el dinero que invertí y que no me sirve para nada, quién me lo reembolsa?". Pues primero, los hosteleros que REALMENTE trataron de respetar a los no fumadores con la ley anterior fueron los que no permitieron fumar en su local, y sospecho que de los que hicieron obra, la que sirvió para algo se puede contar con los dedos de una mano. Si realmente, como proclaman, hubieran querido que haya espacios para no fumadores y para fumadores, lo hubieran hecho, que para algo tienen asociaciones (no solo para pedir indemnizaciones idiotas). Y tercero: que se jodan, aunque solo sea por tomarnos por imbéciles. Ojalá le cayera una mierda en la boca al próximo que diga que se van a cerrar bares por culpa de la ley (si os gusta la frase, es de mi abuela, creative commons y todo eso XD ).
Según Vespinoza, lo que les pasa a los fumadores se llama síndrome de abstinencia. A lo mejor tiene algo de razón.
El síndrome unido a que algún que otro señorito/a como La Espe o el alcalde de Fachadolid les jode enormemente que les prohiban fumar en el casino, A UN SEEÑORITO NADIE LE DICE LO QUE TIENE QUE HACER
El fin de semana pasado salimos y mientras estábamos esperando a la gente con la que habíamos quedado, entramos a tomarnos algo en el Café Comercial, en la Glorieta de Bilbao... El caso es que cuando entramos allí, ya notamos algo raro... Yo pensé que era cosa de mis gafas, porque me he cambiado la graduación y ahora veo mejor... Sí, sí... Mejor veo, ¡¡¡¡pero lo que también contribuía era la puta bruma que había siempre en ese café, que no se veía el techo, y casi ni a tu acompañante!!! ¡Qué asco, por favor!
Muchos dirán que esos cafés literarios con solera no son lo mismo sin la nube de tabacazo flotando sobre las cabezas de los clientes, pero mira, qué queréis que os diga: yo me siento como si ahora pudiera entrar en muchos más sitios que antes. Qué gusto, madre mía.
Y sinceramente: los fumadores que se fumen su libertad de alquitrán en casa, que allí están más guapos.
pues parece mentira que os interesa solo el tabaco mientras que el alcool, las drogas,las tragaperras,siguen destruiendo familias.
Anónimo, te has olvidado del SIDA y el exceso de velocidad al volante.
Sr. Anónimo, ánimo que puede dejarlo.
Yo estoy a favor de la libertad del individuo para tomar toda clase de drogas (cada uno es dueño de su cuerpo) soy incluso partidario de legalizar el crack. Pero por Doraemon bendito cuando fumes crack no me tires el humo a la cara
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