06 mayo 2009

Ciudadelas de Tenerife (II: Tipología)

En la primera entrada dedicada a las Ciudadelas de Tenerife, comentaba que éstas fueron el producto de la explotación de la miseria de la incipiente clase trabajadora de la ciudad. Así, debido a que su construcción era apreciada por los propietarios como un lucrativo negocio a expensas de sus explotados inquilinos, se realizaron de la forma más barata posible: en una sola planta, sin ornamentos ni concesiones a la estética, con materiales de mala calidad y sin contemplar demasiadas exigencias sanitarias. Todo ello influyó en la tipología de las mismas, junto con los condicionantes físicos del terreno, la tecnología de la época y que, buena parte de ellas fueron realizadas por un mismo estudio de arquitectos (por lo menos, todas aquellas cuyo expedientes constan en el archivo del Ayuntamiento)

Tipológicamente, las ciudadelas coinciden en que ocupan un espacio rectangular, la disposición de dos hileras de viviendas separadas por un patio y la existencia de una sola salida a la calle. Las principales diferencias se deben al tamaño de las viviendas, la forma del patio (amplio y cuadrangular o estrecho, tipo pasillo), en la existencia de servicios y cocina individuales o comunitarios y en la presencia o ausencia de una casa tapón.

El tamaño y el tipo de viviendas existentes se puede resumir en dos: las que se limitan a una única habitación sin cuarto de baño ni cocina y los que constaban de varias estancias. Éstas últimas, solían disponer de un patio en cuyo interior, y bajo cobertizos, se disponía de una pequeña cocina y un retrete (Figura 1). Este tipo de "soluciones habitacionales" disponían de una superficie aproximada de 40 ó 50 m2, mientras que las que se limitan a una sola habitación medían en torno a los 15 m2. En este último caso, las instalaciones eran comunitarias (ver Figura 2)

Figura 1. Detalle del plano de una ciudadela
con "viviendas completas"


La forma del patio dependía básicamente de la del solar. De esta manera, se podían encontrar patios cuadrangulares y aquellos que no dejaban de ser un simple pasillo a pasaje. En la siguiente figura, se observa una ciudadela, actualmente en estado de abandono, cuyo patio cuadrangular permite una mejor ventilación de las viviendas que, en este caso, se aprecia que son simples habitaciones. Igualmente, se observa que, al fondo, se sitúan las cocinas y los servicios comunitarios. Esta disposición de las instalaciones comunes es la habitual en todos los casos.

Figura 2. Ciudadela en la calle Porlier con patio rectangular,
viviendas - habitaciones e instalaciones comunitarias.


De lo anterior, se deduce que la presencia de los servicios comunitarios dependía, en buena manera, del tipo de vivienda de la ciudadela. Pero ¿Ésta de que dependía? Pues, básicamente, del cálculo de la rentabilidad de las mismas. Así, ésta era función del precio del suelo, de la superficie y la forma del solar, del número viviendas y de las rentas que se podían obtener por uno u otro tipo.

Por último, un elemento fundamental en la definición de la tipología de este tipo de vivienda colectiva era la existencia o no de una casa tapón. Así, ésta era una forma de disfrazar la ciudadela bajo la apariencia de una simple casa unifamiliar. Para ello, se procedía a la apertura de una ventana en la fachada exterior de las casas de la primera hilera y se tapiaba la apertura del pasaje o patio con un muro en el que se abría una puerta normal y corriente. Con todo esto, se trataba de disimular la presencia de los patios ya que, como ya comentamos en el primer post, la existencia de una ciudadela podía dar lugar a distintos problemas en la zona, entre ellos, la devaluación de las propiedades cercanas. En la siguiente figura, se puede ver el esquema de una ciudadela con casa tapón.

Figura 3. Ciudadela con casa tapón. Obsérvese que la correspondencia entre la
fachada de la Calle Miraflores con el plano de planta permite apreciar la
"filosofía" y la ejecución de este tipo de elementos


Algunas fuentes consultadas:


Oswaldo Brito. Historia del Movimiento Obrero Canario. Editorial Popular.

Ramón Pérez González. Las Ciudadelas de Santa Cruz de Tenerife. Aula de Cultura de Tenerife; Enciclopedia Canaria.

Y Comunicaciones orales de gentes del lugar.

Las figuras corresponden a expedientes pertenecientes al Archivo Municipal y que han sido recopiladas por Ramón Pérez González en el libro arriba citado.

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