"Cuando el ADN del alienígena del Chipi-Chipi se reencarnó en Doraemon fue a golisnear en la despensa, junto a la destiladera del patio, pero no encontró ni una triste lata de gofio. Su idiosincrasia curiosa lo llevó al baño dónde un travestido caboverdiano le comentó que el fin había llegado. Y entonces ¿por qué estás vivo y en tetas? Tras rascarse contestó: yo es que soy un zombie."
Entrada participante en el "I Concurso deRelatos Absurdos Doraemons & Gofio"
1 comentario:
Gracias por participar y mucha suerte
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